Después de casi ocho meses de coordinación, la comunidad taiwanesa en Chile ha vuelto a demostrar su apoyo a los damnificados por el megaincendio ocurrido en febrero de este año en la región de Valparaíso.
Los días 28 y 29 de septiembre, se llevó a cabo en Quilpué y Viña del Mar la entrega de gift cards a cerca de 1,200 familias afectadas por los siniestros. De estas, 239 pertenecen a la comuna de Quilpué, mientras que 550 son de Villa Independencia y 407 de Villa Limonares en Viña del Mar. La donación fue gestionada por la Fundación Budista Tzu Chi Chile, una organización de caridad de Taiwán, que trabajó para realizar un aporte que contribuyera a la adquisición de elementos y artefactos necesarios para el proceso de reconstrucción.
La emotiva ceremonia de entrega contó con la presencia de la Directora General de la Oficina de Economía y Cultura de Taipéi, Taiwán, Silvia Yu-chi Liu, en su discurso mencionó que “Sabemos que muchos de ustedes que sufrieron del megaincendio no han logrado superar todas las dificultades de la reconstrucción. Aún asi, es satisfactorio ver el resultado del minucioso trabajo de la Fundación Budista Tzu Chi. Este esfuerzo en conjunto destaca el compromiso de la comunidad taiwanesa con los hermanos chilenos”.
La Fundación Budista Tzu Chi desde el inicio de los incendios forestales en febrero de este año, ha estado en contacto con las comunidades damnificadas ofreciendo apoyo moral y material. En una extraordinaria gestión, se lograron obtener recursos directos desde Taiwán que se materializaron en un aporte que permitirá a los beneficiarios a acceder a materiales de construcción, electrodomésticos, y otros elementos esenciales, según los requerimientos de cada hogar.
Para lograr una acción benéfica de tal magnitud, la Directora de la Fundación de Caridad Budista Tzu Chi, Sra. Fernanda Wu, junto a un grupo de voluntarios compuesto por taiwaneses y chilenos, realizaron un catastro de la zona, que contempló 11 visitas en terreno a las comunidades afectadas por la catástrofe, y una comprometida coordinación con las autoridades pertinentes con el fin de realizar un proceso transparente y legal.
La comunidad de Taiwán en Chile realizó una contribución de primera necesidad hacia las familias, que incluyó alimentos no perecibles, artículos escolares, elementos de aseo, entre otros. Desde febrero, la donación taiwanesa suma una cifra de más de un millón de dólares.
Estos gestos solidarios son un ejemplo contundente de cómo el amor y la solidaridad humana trascienden fronteras, nacionalidades, razas y religiones. Este esfuerzo en conjunto destaca el compromiso de la comunidad taiwanesa con el bienestar y la mejora de Chile y su población. En momentos de crisis, la cooperación internacional se convierte en un pilar fundamental, evidenciando que la solidaridad entre naciones es esencial para enfrentar los desafíos y construir un futuro mejor para todos.