En vista del ascenso de China, una "resistencia social" ha emergido en Taiwán para hacer frente al sueño del presidente chino Xi Jinping de materializar el rejuvenecimiento nacional durante su mandato, dijo un experto taiwanés versado en los asuntos relacionados con China el miércoles 7.
Wu Jieh-min, investigador asociado en el Instituto de Sociología de la Academia Sínica, señaló que la "resistencia social" es un fenómeno "colectivo" en la sociedad de Taiwán, que representa la materialización de la inspiración del pueblo taiwanés y la persecución de una propia identidad centrada en Taiwán.
El sueño chino que Xi ha estado buscando lograr -- "gran rejuvenecimiento de la nación china" -- en sus propias palabras, es descrito en la comunidad académica como "imperio chino", dijo Wu en el curso de un seminario auspiciado por la Fundación para la Investigación de Taiwán con motivos del 30º aniversario de su establecimiento.
"En Taiwán ha surgido la "resistencia social", ya que Xi ha comprometido de forma forzada a Taiwán en su plan de construir un imperio chino, independientemente de lo que piense el pueblo taiwanés, manifestó Wu.
El académico, que está al frente de un equipo de investigación en el Instituto de Sociología estudiar las influencias ejercidas por China sobre Taiwán en varios frentes, o llamados "factores de China", puntualizó que su equipo ha llevado a cabo varias encuentas sobre la manera de cómo la gente predice el futuro de Taiwán, así como sobre las preferencias de los taiwaneses acerca de este tema.
De acuerdo con la encuesta realizada el año pasado, un 40 por ciento de los encuestados optaron por la "independencia" y un 17 por ciento se mostró a favor de la "unificación con China", mientras que un 43 por ciento se decantó por adoptar una posición neutra, al perguntárseles sobre sus opiniones al respecto, indicó Wu.
Del mismo modo, al ser preguntados sobre lo que pensaron respecto al futuro de Taiwán, un 48 por ciento de los encuestados fue de la opinión de que Taiwán podría ser anexionado por China, un 37 por ciento manifestó que Taiwán podría ser un país independiente, en tanto que sólo un 16 por ciento expresó que Taiwán procuraría mantener el estatu quo, añadió Wu.
La brecha entre las expectativas públicas y los futuros percibidos desmostraron la preocupación entre los taiwaneses de que "Taiwán se vea algún día forzado a unificarse con China", expresó Wu.
"Esa ansiedad no es "necesariamente una mala cosa" para Taiwán, ya que eso podría generar un impulso por la democratización, así como podría fortalecer la vigilancia del pueblo taiwanés ante los intentos de China por anexionarse a Taiwán", opinó Wu, añadiendo que sin embargo, la preocupación sobre este tema también podría ejercer influencias sobre los electores taiwaneses.
Además, el equipo de investigación de Wu también descubrió de que había una fenomenal subida en el porcentaje de los jóvenes, de ededas comprendidas entre los 20 y los 34 años que apoyaron la independencia en las últimas décadas, con un 55 por ciento en el año 2015, un aumento del 11 por ciento en comparación con el 44 por ciento registrado en el año 2011, dijo Wu.
Sin embargo, el porcentaje cayó al 52 por ciento en el año 2016 y luego al 43 por ciento en el año pasado, añadió Wu.
Wu manifestó que su equipo se encuentra trabajando para identificar las causas que podrían conducir a la debilidad del apoyo de los jóvenes a la independencia.