Taipei, 26 de Marzo.- Visitar Taiwán es una experiencia inolvidable. Los taiwaneses son un pueblo trabajador y disciplinado; son cordiales en el trato y la generosidad es un valor muy importante en su sociedad. El trabajo arduo y continuado les ha dado sus frutos y han alcanzado un desarrollo tecnológico e industrial admirable.
Destacó un extenso reportaje del diario hondureño "La Tribuna" donde se añade que lo que más impacta al visitante es constatar su alto desarrollo humano. En toda actividad que realizan, la valoración hacia la vida es primordial; y la búsqueda del bienestar ajeno siempre está presente.
La alta calidad de vida de que gozan los taiwaneses es producto de sus altos valores humanistas. Al respecto, la expectativa de vida es muy alta, 83 años para las mujeres y 77 años para los hombres.
Taiwán, también llamada Isla Formosa (hermosa), está situada en el Pacífico Occidental entre Japón y Filipinas. Su jurisdicción se extiende a los archipiélagos de las Pescadores (Penghu), Quemoy (Kinmen) y Matsú, así como otras numerosas isletas. El área total de Taiwán propiamente y sus islas aledañas es de aproximadamente 36,192.8 kilómetros cuadrados. Casi del mismo tamaño que los Países Bajos, pero con una población de 23 millones de habitantes.
Ubicada en el paso de corrientes marinas cálidas en la costa este de Asia continental, la isla principal ha sido particularmente bendecida con una amplia gama de zonas climáticas, desde la tropical hasta la templada.
Esto combinado con su suelo fértil y lluvias abundantes, la convierte en un paraíso agrícola, donde se puede cultivar prácticamente cualquier variedad de fruta o verdura. También convierten a la isla en un país de maravillas recreativas.
En invierno se pueden observar las nevadas en las laderas de la montaña Heuan, en el distrito de Nantou; y luego viajar 200 kilómetros al sur para llegar al caluroso distrito de Pingtung, donde se puede disfrutar del buceo entre los arrecifes coralinos del extremo sur de la isla.
El espectro de zonas climáticas que cubren desde lo tropical a lo templado en Taiwán, así como su topografía de contraste, han bendecido la isla con una rica diversidad de flora y fauna.
Se conocen 120 especies de mamíferos; 670 especies de aves; 141 especies de reptiles; 65 especies de anfibios; 400 especies de mariposas y 3,100 especies de peces. El reino vegetal incluye 674 especies de helechos; 4,596 especies de angiospermas y 34 especies de gimnospermas.
Para proteger los ecosistemas donde viven esos animales y plantas, el gobierno ha destinado el 20% del área terrestre de la nación como parte de un sistema de áreas protegidas, compuesto por nueve parques nacionales y un parque nacional natural, 22 reservas naturales para ecosistemas especiales, seis áreas de reservas forestales, 20 refugios de vida silvestre y 37 hábitats importantes para la vida silvestre. Como podemos darnos cuenta, la relación de los taiwaneses con la naturaleza descansa en un profundo respeto y amor por la vida.
Hay 16 tribus aborígenes oficialmente reconocidas, que constituyen el 2.3% de la población, y se les respetan sus costumbres y formas de vida. Las organizaciones tanto públicas como privadas se esfuerzan por revitalizar sus lenguas y culturas, como queda ilustrado con la inauguración de la Televisión Aborigen de Taiwán, y la aprobación de la Ley Básica de los Pueblos Aborígenes.
La nación es hogar de más de medio millón de nuevos inmigrantes, la mayoría de los cuales proviene de China continental y el sudeste asiático. La tolerancia es un valor primordial en la cotidianidad taiwanesa y ahí confluyen en perfecta armonía diferentes religiones, como el budismo, taoísmo, cristianismo, mormonismo, prácticas moonistas (Iglesia para la Unificación del Cristianismo Universal), hinduismo y sectas nativas como Yiguandao y otras.
Hablando un poco de su historia, tanto los colonizadores holandeses como los españoles establecieron bases a principios del siglo XVII en la isla. La República de China fue fundada en 1912 en China continental.
En ese tiempo Taiwán se encontraba bajo el dominio colonial japonés como resultado del Tratado de Shimonoseki de 1895, por el cual la corte Ching (Qing) cedió Taiwán a Japón. El gobierno de la República de China comenzó a ejercer jurisdicción sobre Taiwán en 1945, después de que Japón se rindiera a finales de la Segunda Guerra Mundial.
El gobierno de la República de China se trasladó a Taiwán en 1949, seguido por 1.2 millones de personas al mando de Chiang Kai-shek, tras su derrota en la Guerra Civil China.
Desde entonces, la República de China (Taiwán) ha continuado ejerciendo la jurisdicción efectiva sobre la isla principal de Taiwán y un número de islas aledañas, lo que ha dejado a Taiwán y China continental bajo el régimen de diferentes gobiernos. Las autoridades en Pekín nunca han ejercido soberanía sobre Taiwán u otras islas administradas en la actualidad por el gobierno taiwanés.
Su constitución fue promulgada el 1 de enero de 1947 programándose su entrada en vigor el 25 de diciembre. En 1948 se promulgan las Provisiones Temporales Efectivas durante el Período de Movilización Nacional para la Supresión de la Rebelión Comunista, sobrepasando la constitución y expandiendo grandemente los poderes presidenciales.
En 1987 se levanta la ley marcial, que estuvo en vigor desde 1949 y se pone fin a una prohibición sobre la formación de nuevos partidos políticos y nuevas publicaciones noticiosas.
La democratización procede a plena marcha. Se inician los intercambios pueblo a pueblo a través del Estrecho. En 1991 son abolidas las Provisiones Temporales… y desde este año hasta el 2005 la constitución pasa por siete rondas de enmiendas. A partir de 1996 inician los gobiernos elegidos por voto directo, donde Lee Teng-hui y su compañero de papeleta del Kuomitang, Lien Chan, obtienen el 54% de los votos. En la actualidad Taiwán es gobernada por la presidenta Tsai Ing-wen del Partido Democrático Progresista.
Taiwán le ha dado prioridad a los ejes de salud y educación, que son las columnas principales en el desarrollo de un país. “Una gran parte del presupuesto gubernamental está destinado a propósitos educativos. El gobierno de la República de China (Taiwán) siempre apoya y promueve la educación porque esta representa la base del desarrollo del país. Esta es la razón por la cual los taiwaneses ven la educación como una tarea a largo plazo. El gobierno no escatima invertir y trabajar por las reformas educativas, fortalecer la educación superior y el aprendizaje continuo”.
El sistema educativo está regulado por el Ministerio de Educación. La tasa de alfabetización de Taiwán es de 96.1%. Los estudiantes, normalmente, son calificados por el conocimiento de las ciencias y las matemáticas. Las clases se imparten en idioma mandarín.
La ley actual requiere solo nueve años de escolaridad, desde el preescolar hasta la secundaria básica. No obstante, el 95% de los estudiantes continúan sus estudios de educación superior en las escuelas secundarias, universidades o institutos tecnológicos.
En Taiwán, los dos años de educación preescolar es opcional. Normalmente, los estudiantes comienzan la escuela a los 6 años. Los nueve años de educación obligatoria, en vigencia desde 1968, incluyen seis años de educación primaria y tres años de educación secundaria básica. Después de graduarse de la escuela secundaria básica, los estudiantes tienen dos opciones para proseguir sus estudios, la educación secundaria superior o el bachillerato vocacional. Ambas por un período de tres años.
Los estudios de educación superior incluyen dos años en institutos tecnológicos y facultad de humanidades; cuatro años en universidades, institutos de ciencias y tecnología y programas de maestría. La mayoría de las carreras universitarias tienen una duración de cuatro años.
Los programas universitarios especiales, como odontología, duran seis años y la carrera de medicina dura siete años. Las universidades en Taiwán ofrecen una variedad de programas de maestría y doctorado. El período de estudios requerido es de dos a cuatro años para maestrías, y de dos a siete años para doctorado. El objetivo principal de la educación en Taiwán es formar a los jóvenes de manera competitiva y así ayudarlos a adaptarse al mundo globalizado y en constante cambio, con una visión creativa y humanista del mundo.
En el renglón de salud, Taiwán alcanzó la meta de suministrar una cobertura generalizada en la atención de salud al iniciar el programa del Seguro Nacional de Salud (NHI, siglas en inglés) en 1995. Cubriendo un 99.9% de la población, incluyendo a los encarcelados, el NHI ofrece acceso a la atención médica que incluye desde los medicamentos y procedimientos occidentales hasta la medicina china tradicional.
La iniciativa estuvo a la vanguardia en sus tiempos, tanto que la Asamblea Mundial de la Salud (AMS) -el ente encargado de toma de decisión de la Organización Mundial de la Salud- aprobó la resolución WHA58.33 en 2005, que insta a los Estados a desarrollar sistemas de financiación de la salud como parte de los esfuerzos para proveer cobertura generalizada de salud.
Entre otras cosas, la resolución WHA58.33 insta que los tratamientos deben ser accesibles a todos, y eso coloca presión sobre los sistemas de atención de salud para controlar los costos. Taiwán comenzó en 2007 a realizar evaluaciones sobre la tecnología de salud (HTA, siglas en inglés) para determinar la idoneidad de los nuevos medicamentos dentro del contexto financiero del sistema del NHI.
El proceso del desarrollo de las HTA en Taiwán puede ser dividido en una etapa preliminar y dos etapas de ejecución. Durante la etapa preliminar de 1995 a 2007, el Comité de Beneficio de Medicamentos (DBC, siglas en inglés) evaluó si los nuevos medicamentos eran aptos para el reembolso bajo el sistema del NHI, pero no se llevaron a cabo HTA formales.
En la primera etapa de ejecución, de 2007 a 2012, el DBC evaluó expedientes de los fabricantes de medicinas e informes de los grupos de trabajo de las HTA que operaban bajo el Centro para Evaluación de Medicamentos.
Así todos los taiwaneses tienen acceso a un sistema de salud eficiente, casi sin costo alguno para los pacientes, y con tecnología de vanguardia.
Por ejemplo, al visitar el Hospital Cristiano Changhua nos encontramos con un complejo hospitalario moderno y eficiente que tiene alrededor de 7 mil empleados y un aproximado de 3,600 camas; el sistema de salud de este complejo médico incluye también un hospital en el campo de Jhongua y cuatro hospitales regionales (Erhlin, Lukang, Lu-Tung y Yanlín); también hay cuatro hospitales afiliados (Yuan-Sheng, Nantou, Yuming y el Hospital Cristiano Taitung). Funciona con el 70% de fondos gubernamentales y 30% con donaciones.
Pero lo que me impresionó grandemente fue constatar la alta calidad y generosidad humana con que son tratados los pacientes. La generosidad de los taiwaneses es tan grande que este complejo hospitalario también brinda ayuda médica en por lo menos 16 países. También es importante mencionar que hay muchas ONG que tienen como finalidad ayudar a los necesitados, una de ellas es la Fundación Tzu Chi, de orientación budista, que desarrolla proyectos de ayuda social en muchos países.
La prosperidad económica de Taiwán se puede apreciar en todos los aspectos de la vida, tanto en el desarrollo urbanístico como en el campo. En el ambiente rural, los campesinos hacen uso de tecnología de vanguardia y la investigación en materia agrícola es impresionante, desde el cultivo de diversos tipos de arroz, verduras, vegetales y hasta floricultura, como pudimos constatar en el Centro de Investigación Agrícola en Taichung.
El desarrollo tecnológico de Taiwán está a la vanguardia en la región. Por ejemplo, el “Central Taiwán Science Park” es una importante área que concentra industrias de alta tecnología. También incluye el parque de Taichung, el Parque Huwei, el Parque Houli, el Parque Erlin y el Parque Avanzado de Investigaciones que cubren un área de 1,708 hectáreas en total.
A finales de julio de 2016, 184 fábricas, 8 centros de incubación y 6 institutos de investigación habían sido admitidos para formar parte del parque. La inversión planificada es acerca de 2 trillones, 457.6 billones de dólares taiwaneses, con 135 firmas en operación, creando 37,591 empleos.
Visitar Taiwán es una experiencia que conmueve lo más profundo del alma, porque los taiwaneses evidencian los altos valores humanos que dignifican la vida. Su avanzado desarrollo tecnológico va de la mano con el desarrollo del talento humano. Su sagrado respeto por la vida y la naturaleza debe ser un ejemplo para toda la humanidad.