Washington, 23 de Junio.- La empresa taiwanesa Foxconn, fabricante de los principales dispositivos de Apple y con más de un millón de empleados en China, se ha lanzado a la conquista de Estados Unidos de la mano del eslogan "América primero" del presidente Donald Trump, con una inversión cercana a los 10.000 millones de dólares, según ha anunciado Terry Gou, fundador de la compañía.
De acuerdo a una nota del portal de noticias mexicano de negocios y empresas "Economía Hoy", Gou realizó dos visitas a la Casa Blanca en abril, en una de las cuales mantuvo una breve entrevista con el presidente Donald Trump, y en los últimos meses ha hablado con varios gobernadores de estados de Estados Unidos. Los planes desvelados suponen precisamente una victoria para el presidente estadounidense, que ve como su promesa de traer empleos de vuelta al país empieza a cristalizar, además, en algunos de los estados que más le apoyaron.
Terry Gou anunció el jueves ante la junta de accionistas de la firma el lanzamiento de la operación "Águila Voladora", que incluye invertir 10.000 millones de dólares en seis estados de Estados Unidos, en una etapa más de la expansión acelerada de su empresa, que ya es el primer fabricante mundial de componentes electrónicos.
Inversión en el Medio Oeste
Foxconn planea trasladar una cadena de manufactura automatizada a seis estados del medio oeste estadounidense, dijo Gou, quien agregó que los planes se llevarán a cabo en dos etapas; la primera, antes de finales de julio, para los tres estados que ya han llegado a acuerdos con Foxconn. Su filial Sharp podría participar en la inversión.
La fábrica que Foxconn piensa trasladar a Estados Unidos contará con la manufactura de pantallas, empaquetado de semiconductores y componentes y productos ligados a la tecnologías de grandes datos y computación en la nube, agregó Gou. Aunque no ha especificado la localización exacta, el fundador de Foxconn nombró hasta siete posibles estados: Ohio, Pennsylvania, Michigan, Illinois, Wisconsin, Indiana y Texas.
Gou tampoco ha dado un horizonte temporal para la inversión total, aunque 7.000 millones irían para esa planta. Además, aseguró que creará "decenas de miles "de empleos estadounidenses". El hombre más rico de Taiwan añadió que ha elegido estas localizaciones por ser "el corazón del sector manufacturero del país".
"Aunque la fabricación en Estados Unidos será más costosa, el traslado que planea Foxconn está casi todo robotizado, por lo que el incremento será manejable y podrá compensarse en parte con las preferencias que reciba", señaló hoy a Efe Steve Chen, un analista financiero de Taipei.
Expansión meteórica
En los últimos meses Foxconn también adquirió el año pasado el fabricante puntero de pantallas japonesa Sharp y está en tratos para hacerse con la filial de chips de memoria de la también nipona Toshiba, tan solo unas décadas después de nacer en 1974 como un humilde fabricante familiar de componentes eléctricos, llamado Hon Hai, como aún se la conoce en Taiwán y nombre con el que cotiza.
La expansión de Foxconn es meteórica. Además de la compra de Sharp, ha invertido este año unos 61.000 millones de yuanes (8.800 millones de dólares, 8.400 millones de euros) en la construcción de una nueva fábrica de pantallas LCD en la ciudad china de Cantón (sur), que iniciará sus operaciones en 2019.
Aunque Apple es de largo su principal cliente (supone aproximadamente el 50% de sus ingresos), por sus fábricas pasan desde los portátiles de HP a los teléfonos de Xiaomi, pasando por las videoconsolas Sony Playstation. A comienzos de año, Trump especuló con la posibilidad de un iPhone hecho en Estados Unidos, algo que incluso el propio Tim Cook, CEO de Apple, habría tanteado.
"Muchos piensan que Foxconn es sólo una ensambladora, pero en pocos años la empresa se ha hecho con muchas patentes tecnológicas, dispone de equipos de investigación y diseño, y ha desarrollado una tecnología manufacturera de primer orden", dijo hoy a Efe Christina Chen, profesora de Empresariales en la Universidad Wenhua, de Taipei.
Tras su espectacular expansión en China y otras bases manufactureras, incluida Brasil, para el montaje de productos para marcas muy conocidas, Foxconn adquirió en agosto del año pasado la japonesa Sharp, propietaria de tecnología avanzada de pantallas.
Ahora, la compañía está en un pulso cerrado por adquirir Toshiba Memory, la unidad de memoria informática de Toshiba, lo que le daría acceso a tecnología clave en chips, y aunque no ha sido elegida como comprador prioritario, el fundador de Foxconn, Terry Gou no pierde las esperanzas.
Quizá, por la fuerte conexión china de Foxconn, en Japón hay ciertos recelos ante la intención de la empresa taiwanesa de hacerse con Toshiba Memory por temor a que se filtre su tecnología a empresas chinas. Gou aseguró que esa inversión se hace con sus fondos, no con dinero chino, y durante la junta de accionistas rasgó un diario en el que se aseguraba que ya había perdido la carrera por Toshiba Memory.
"No hay nada decidido todavía (...) Tendrán que escribir un nuevo titular", señaló Gou, que criticó fuertemente "la desigualdad" en la licitación y aseguró que persistirá en su empeño y que espera que el "proceso sea justo".